Como ya hemos hablado en este blog la belleza es un factor muy importante en el mundo de la arquitectura produciendo un placer visual a todo aquel que la percibe.
Pero se convierte en una dificultad en el momento de representarla ya que en si la belleza es un factor subjetivo, no todos percibimos el mismo tipo de belleza.
Durante la historia los cánones estéticos han hecho que el modelo de belleza cambien así también como en las diferentes culturas y esto se ve reflejado en la arquitectura. En el pasado encontramos una estética más basada en los detalles y decoraciones, estas también funcionaban como transmisor ya que gracias a ellas hoy en día hemos podido descifrar información sobre culturas pasada como puede ser el caso de la arquitectura egipcia, los cuales decoraban sus construcciones con jeroglíficos que nos mostraban momentos de su historia o los griegos que mediante sus columnas mostraban los cánones del momento.
Sobre los años 20 la arquitectura evolucionó buscando una arquitectura con formas más simples como hoy en día donde la presencia del minimalismo hace que la simplicidad de las construcciones pierdan esa esencia.
Ahí es donde viene la reflexión, en el futuro se prevé que la estética siga basada en la simplicidad de las formas y la belleza se transforme en un factor unitario y nada subjetivo. Los primeros proyectos de ciudades del futuro muestran una estética simple basada en las formas perdiendo así la representación cultural que transmiten las construcciones.