Siguiendo con la obra nombrada en la práctica anterior, la construcción estudiada va a ser La muralla roja de Ricardo Bofill, en mi opinión una de sus mejores construcciones debido a la situación geográfica y a sus tonalidades y formas que combinan formando una armonía perfecta con el mar Mediterraneao.
La Muralla roja fue creada en el año 1968 y el 1973 por parte del RBTA (Ricardo Bofill Taller de Arquitéctos) en la localidad alicantina de Calpe, concretamente en el barrio de la Manzanera.
El edificio se caracteriza por tener una geometría basada en la cruz griega que junto con su estética cúbica realiza las particiones de los diferentes departamentos del edificio, de los cuales hay 3 tamaños, estudios de 60 metros cuadrados, departamentos de 80 metros cuadrados con dos dormitorios, y departamentos de 120 metros cuadrados con 3 dormitorios. El deseo de Bofill para proveer una mejor vida se ve en las terrazas en las cubiertas, la piscina y un sauna, donde todo estaba reservado para el uso exclusivo de los residentes.
Bofill con esta obra quiso implantar mediante esta torres una construcción fortificada emergente del acantilado que hace clara referencia a la cultura árabe mediterránea mediante el uso del Kasbah, que fueron unas fortificaciones de base cuadrada que solían ser habitadas por habitantes adinerados. La verdadera innovación del arquitecto catalán en esta obra fue la utilización de tonalidades rojas y celestes con la finalidad de diferenciar las zonas públicas de las privadas y junto con su distribución cúbica complementarse con el paisaje que lo envuelve.
En conclusión, Bofill con esta obra crea una complicidad aunque pueda parecer compleja entre su construcción y el entorno utilizando matices de la cultura mediterránea que junto con la imagen de la costa alicantina de fondo siendo una especie de lienzo para el arquitecto se compenetran formando una postal única